lunes, 26 de febrero de 2018

RAMÓN Y ORTEGA (I)

El cólera azul,  bonito cuento lisboeta sobre una  dama que regresa a la metrópoli procedente de la colonia de Angola, se publicó, como tantas obras de Ramón, de poetas del 27 o de Rosa Chacel -también del 27 aunque más prosista que poeta- en la Revista de Occidente. Después, el volumen con once cuentos que lleva por título El cólera azul vería  la luz en la editorial de la Revista Sur, de Victoria  Ocampo, bautizada como reflejo de la Ortega con otro punto cardinal.En este ejemplar está Pedro Salinas, como se ve en la relación que aparece en la cubierta.Tengo la sospecha, y convendría investigarlo, que Ramón fue uno de los pocos amigos -tal vez el único- que mantuvo Ortega a lo largo de su vida. Algo se ha escrito, por ejemplo un artículo interesante de Carlos García y otro, que recuerde, del cardiólogo e inetelectual Francisco Vega Díaz, tertuliano de Pombo. Queda, no obstante, mucho por hacer, si es que se considera interesante, como yo sostengo, indagar en esta relación.
 Otra cosa eran los discípulos.  Me barrunto, igualmente, que hubo una cierta influencia del pensamiento orteguiano, soterránea, a veces, otras patente, que está por estudiar.  Recuerdo lo que dice Ortega del Círculo Mercantil de la Gran Vía y de cómo arropa lo cursi. Y, cómo no, siempre tengo presente esta maravilla de Las Meditaciones del Quijote: "Para quien lo pequeño no es nada, no es grande lo grande", que cuadra muy bien al ramonismo. Traigo esto a colación,   a vuela pluma, para Alicia Hierro, que quería hablar conmigo de la relación entre Ortega y Ramón.  En Automoribundia aparece más de una vez el filósofo, visitando el torreón con amigas, creo, y Paulino Garagorri, uno de los discípulos más finos de Ortega, a quien dediqué mi tesis y mi libro por lo mucho que me ayudó a conocer a su maestro, tiene un trabajo sobre Ramón. Paulino y yo hablamos muchas veces de Unamuno, de Américo Castro, del Quijote y de Ramón, escritor con el que se deleitaba sobremanera. Gran cinéfilo como era, le gustaba comparar ciertas escenas  y ademanes del Quijote con el gran cine americano de alborada: Buster Keaton y Chaplin.

No hay comentarios:

Publicar un comentario