martes, 8 de noviembre de 2011

Cervantes mira al Prado

Antes, casi no se veía a Cervantes. Hace un par de años,  cambiaron la estatua de sitio, y  apareció un cofre cerrado  con un tesoro.  El hallazgo me pareció fascinante. Por entonces, tenía una columna en El Imparcial, y en ella di  los detalles  que copio a continuación:

Hace unas semanas saltó la curiosa noticia de que los obreros habían desenterrado una urna bajo la estatua de Miguel de Cervantes plantada en una placita triangular frente al Congreso de los Diputados, cerca de la calle donde vivió.
Tras unos días, supimos que el contenido era más valioso de lo esperado. Por lo general, las cápsulas del tiempo guardan una pala, monedas y periódicos de la fecha; sin embargo, quienes nos legaron este cofre fueron generosos y se cuidaron de que los regalos llegaran en un estado de conservación excepcional.
La caja de plomo sellada contenía otra de vidrio y los documentos fueron impregnados con un producto insecticida e inocuo para el papel. Un ejemplar del Quijote tirado por la Imprenta Real en 1819 es lo más precioso.

www.elimparcial.es  Tres descubrimientos



Al comienzo de su Viaje del Parnaso, se despide Cervantes de Madrid con los versos que recoge  la placa de la reja del Botánico, en  el  paseo del  Prado,  junto a la plaza de Murillo.

domingo, 6 de noviembre de 2011

ESCULTURA RECÓNDITA

Ayer, 5 de noviembre, volví al teatro Alcalá a disfrutar, por segunda vez, de  ese trabajo fascinante, divertido, culto y finamente elaborado de Els Joglars en  la función El Nacional.   Frente a la entrada principal, en Jorge  Juan con Alcalá,  vislumbré la escultura de aire helenístico que aquí dejo en dos tomas.  Parece un filósofo cínico, un diógenes, tipo que no es raro encontrar por los cafés literarios.