Ayer conseguí la luminosidad adecuada para fotografiar el relieve de la imprenta de Juan de la Cuesta, la del Quijote, en la calle de Atocha. También la casa de Cervantes en la antigua calle de Francos, una de las que habitó en el barrio de las Musas; hoy lleva su nombre. La cercana iglesia de San Sebastián, en Atocha, custodia su partida de defunción. Yo le pedí al sacerdote titular que me la enseñara: abrió un archivo metálico y la sacó con gran naturalidad. Luego me mostró el pliego con la breve anotación de la muerte de don Miguel de Cervantes Saavedra, entre otros parroquianos coetáneos. A la puerta de esta iglesia pedía el ciego Almudena de Misericordia de Benito Pérez Galdós.
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