lunes, 9 de abril de 2018

MARAVILLAS III BAJO LA LLOVIZNA Y LA LLUVIA (I)

DE LA MANO DE MÁXIMO MANSO, PROTAGONISTA DEL AMIGO MANSO, INMENSA NOVELA DE DON BENITO, Y DE RAMÓN, QUE TUVO DOS DOMICILIOS EN EL BARRIO, RECORRIMOS, POR TERCERA VEZ EL BARRIO CON UN ITINERARIO ARTÍSTICO,  LITERARIO, Y DE CURIOSEO DE TIENDAS DE ROPA RETRO. NOS REGALAMOS, CLARO,  UNA DELICIOSA COMIDA EN LA MANDUCA DE AZAGRA, CON VINO BLANCO DE INURRIETA ORCHIDEA, RAPE, VERDURAS EXQUISITAS Y POSTRES VARIOS.
COMENZAMOS EN LA IGLESIA DE SAN MARCOS, JOYA DEL NEOCLASICISMO ALGO BARROCO AÚN, DEBIDA AL MAESTRO ALARIFE DE CIENPOZUELOS, VENTURA RODRÍGUEZ. VISITAMOS, A CONTINUACIÓN, LOS DOS DOMICILIOS DE RAMÓN EN EL BARRIO Y NOS DETUVIMOS EN EL DE PUEBLA 11, QUE OSTENTA PLACA RECORDATORIO. INSIGNE DOMICILIO EL DEL PISO PRIMERO DERECHA DE LA MENTADA PUEBLA. VEAMOS A QUÉ DEBE TANTA HONRA ESA CASA, ATENDIENDO  A LO QUE DICE RAMÓN EN EL PRÓLOGO DE 1960 A SUS GREGUERÍAS:

"El encuentro con la greguería fue lo que me trajo la suerte.
Gracias a las Greguerías he vivido, he conferenciado, he viajado, he tenido contraseña universal.
En realidad, me dedico a la greguería desde mi niñez, y al ama de cría ya le lanzaba greguerías.
Es lo único que no improviso nunca. Me las concede esa adolescencia de la vida que es pareja de nuestra adolescencia o de nuestra vejez...Tienen que se lentas y naturales. Son una gota de los siglos que atraviesa mi cráneo.
Se puede improvisar una novela, pero no una greguería.
¿Qué por qué se llaman Greguerías?
Al encontrar el género me di cuenta de que había que buscar una palabra que no fuera reflexiva ni demasiado usada, para bautizarle bien.
Entonces metí la mano en el gran bombo de las palabras y al azar, que debe ser el bautizador de los mejores hallazgos, saqué una bola...
Era "greguería", aún en singular; pero yo planté esa bolita y tuve un jardín de greguerías. Me quedé con la palabra por lo eufónica y por los secretos que tiene en su sexo.    
Greguería, algarabía, gritería confusa. (En los anteriores diccionarios significaba el griterío de los cerditos cuando van detrás de su mamá).
Lo que gritan los seres confusamente desde su inconsciencia, lo que gritan las cosas.
Por lo menos no puede caber duda de que he bautizado un género con una palbra que estaba perdida en el diccionario,  que no era nombre de nada y que ahora, al ser pronunciada por alguien en un diario, o por un micrófono, hace que resulte aludidoyo, que cambie su sentido, que la convertí en lo que no era.
Como fue lo bautizado personalmente, en plenitud de soledad y de independencia, me recuerda con rejuvenecedora fruición aquella tarde de junioen que me di cuenta del género y de su nombre.
La cosa sucedió en el piso primero derecha de la casa número 11 de la calle de la Puebla, en la villa y corte de Madrid.
Era un día aplastado por una tormenta de verano. Tenía hinchada la frente. Me asomaba al balcón y volvía a meterme dentro y a sentarme. 
Vivía aún don Jacinto Octavio Picón -secretario perpetuo de la Academia-, y yo estaba harto de don Jacinto Octavio Picón.
Sobre mi mesa, las tijeras, abiertas como cuando los pelícanos abren el pico los días de calor, estorbaban la idea. Las cerré.
Por fin, en una última llamada del balcón, dándome un golpe contra la esquina del diván al salir a buscar lo que estaba entre cielo y tierra, encontré la invención de la greguería. 
CONTINUAMOS, POR PEZ, CALLE DE HERMOSOS PATIOS Y CASAS PALACIEGAS, SALPICADAS ENTRE OTRAS SEÑORIALES Y ALGUNAS POPULARES, HACIA SAN BERNARDO, Y, AL PASAR POR EL PALENTINO Y VERLO CERRADO YA PARA SIEMPRE, NOS INVADIÓ UNA GRAN MELANCOLÍA. MARAVILLAS GUARDARÁ EN SU MEMORIA UNA MUESCA DOLIENTE IMPOSIBLE DE COLMAR.
POR LA CALLE ANCHA, QUE DECÍAN EN TIEMPOS DE ORTEGA Y RAMÓN, LLEGAMOS A LA DE LA PALMA E HICIMOS UN ALTO EN LA ESCUELA DE ARTES Y OFICIOS DONDE ESTUDIÓ ROSA CHACEL, COMO CUENTA EN SU BELLO LIBRO BARRIO DE MARAVILLAS. DOS BOCACALLES MÁS ARRIBA LLEGAMOS A LA DEL ESPÍRITU SANTO, DONDE RESIDE EL SINGULAR PROFESOR  DE FILOSOFÍA DEL CARDENAL CISNEROS, MÁXIMO MANSO, CUYA VIVENCIAS NOS RELATA ÉL MISMO, EN PRIMERA PERSONA, EN SU NOVELA.