lunes, 20 de mayo de 2019

TERTULIA RAMONIANA SOBRE EL HOMBRE PERDIDO, DOMINGO 26 DE MAYO, ENPOMBO, GUILLERMO ROLLAND 7, A PARTIR DE LAS 13'0H



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SEGUNDA TERTULIA SOBRE EL HOMBRE PERDIDO



"La vida y la novela son una ilusión, la ilusión de encontrarse uno a sí mismo".  Así comienza el Prólogo de Ramón Gómez de la Serna a sus novelas de la nebulosa y, en especial, a El hombre perdido (1947), pues apareció como presentación de esta novela, la preferida por el escritor. Obra trangresora por su experimentalismo, combina, no obstante, el atrevimiento verbal, las potentes imágenes oníricas, la fragmentación narrativa con una trama confesional en primera persona. El yo narrativo del hombre sin nombre, Hombre perdido, vagabundo existencial  y vital se pregunta por el sinsentido de la vida. A veces callejea desnortado en compañía de otro tipo  a la deriva; otras merodea desasosegado en solitario; cambia compulsivamente de vivienda y de mujer.                                                                   Ramón Gómez de la Serna ha creado en el hombre perdido un personaje muy suyo, pero también muy arraigado en la tradición española y en la gran literatura universal. Se ha dicho que este personaje es un Quijote surrealista, que tiene algo de barojiano en su irremediable fracaso; pero también se le ha comparado con Camus. A mí me recuerda mucho a Kafka y algo a Unamuno, Ionesco y James Joyce.  Quizá se pueda emparentar, a su modo, con el Libro del desasosiego de Fernando  Pessoa. Pero es el lector el que debe leer y comentar esta obra tan inquietante, desesperanzada y sugestiva, y apreciar su humor tan especial. Adentrarse en esta novela le provocará sin duda atracción, desconcierto y tal vez desolación. Estamos ante una de las novelas más notables y peculiares del existencialismo.
  Los lectores de Ramón, y los que aún no lo sean  pero tengan interés, están invitados a compartir y participar en nuestra tertulia del 26 de mayo en Pombo.