viernes, 5 de abril de 2019

Desde hace mucho, tanto como mi memoria alcanza, me incitan las trabas y las prohibiciones. Quiero escribir en mi blog, mostrar cada día un árbol del amor, porque son del amor, y pronto volverán a despojarse. Pero no puedo. Cuando intento plantificar una foto me da error no sé cuántos. Y clamo en el vacíó digital, y la voz invisible me hace una mamola. Este cuadernillo hay que ilustrarlo. Tengo una amiga que lo lee, lo leía. Así, castigada con esta iconoclastia, no escribo apenas. Me gustaría arreglarlo, no hacerme un blog nuevo. Este tiene un nombre precioso, que yo tomé del Persiles dándole la vuelta, y a Schopenhauer se lo inspiró también Cervantes, quiero pensar.

1 comentario:

  1. Pues sigues siendo como eres, escribe en tu blog de bonito nombre y no te desanimes. Te visito de vez en cuando.
    Un beso
    Anne

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