sábado, 6 de mayo de 2017

GREGUERÍAS EN EL PUB FRENTE AL TRINITY

La noche del primero de mayo, en el Kennedy, conocimos a un loco por la literatura llamado Peter. Naturalmente, me entendí enseguida con él. Era profe de Lengua y  Literatura inglesa en Londres y había ido a Dublín a ver la imponente versión de Waiting for Godot por el Abbey Theatre. Peter llevaba un libro de Muñoz Molina en sus manos: In absence. Conocía a Javier Marías. Hizo grandes elogios de su forma de construir las novelas. Hablamos de Joyce. Le conté que el espléndido final de The Dead está inspirado en un símil homérico de la Ilíada. Que la nieve que cae sobre Dublín y sobre toda Irlanda lo hace como los dardos en el campo de batalla de aqueos y troyanos.Se quedó pasmado. Luego le dije que Joyce exploraba y plasmaba de forma magistral los límites y los excesos de la lengua, lo que Ortega llama la exuberancia y la insuficiencia del lenguaje. Hablando y hablando, bebiendo Guinness -qué rica- me preguntó si en España había algún autor comparable a Joyce. No lo dudé. Le dije que el genio de la lengua, anticipador visionario, era Ramón Gómez de la Serna. A Peter y a Tadhg, que también me escuchaba interesado, les hablé de El libro mudo, publicado once años antes del Ulises; de su letanía de monólogo interior que maravilló a Juan Ramón, otro mago del verbo. Mis amigos dublineses empezaron a buscar el nombre del escritor antes nunca oído. Les impresionó la foto de Ramón rodeado de todos los chismes que atesoraba en el torreón. Look, Peter! Decía Tadhg. Amazing! Isn't it! Les conté que también tenía una muñeca gigante, con la que se le ve sentado en animada charla en varias fotos y que escribió un libro delicioso sobre el Rastro.
Buscando y buscando, dieron con un recitado de greguerías con subtítulos en inglés. Me gustaría poder reproducir sus caras, su sorpresa maravillada, su asombro. Peter me dijo que buscaría libros de Ramón en cuanto volviera a Londres; que tenía un interés máximo en conocerlo. Yo pensé en tantos famosos escritores españoles a los que jamás he oído mencionar a Ramón. Tenía razón Unamuno. También Michi Panero, quien en casos así concluía: "Si la envidia fuera tiña".

viernes, 5 de mayo de 2017

ÁLBUM DE DUBLÍN(III) Teatro: Samuel Beckett, James Joyce

El letrero recuerda el hotel donde trabajaba Nora Barnacle de camarera cuando la conoció James Joyce


Otra perspectiva del Joyce más logrado, que me descubrió mi fantástico guía David.
Robert Gogan, gran intérprete joyciano en el Stag Head Pub

VIDRIERA DE LA PUERTA DEL pALACE bAR DESDE DENTRO
Samuel Beckett, cuya obra maestra, Waiting for Godot, está en cartel en el Abbey, el Teatro Nacional Irlandés
Palace Bar está en Fleet Street, en el sur. Aquí empieza la ruta de Ulises. Es un pub muy bien puesto, con estilo y calidez. En la barra hay paneles separadores de madera con espejo.

jueves, 4 de mayo de 2017

ÁLBUM DE DUBLÍN, MAYO 2017 (II)

Irlanda se perfila desde el aire


 Verdes y ocres desde el avión
Temple es una zona muy atractiva y animada, en el sur. Toma su nombre de este profesor y filósofo, que fue rector del Trinity College 
Siempre hay algún vecino sentado al pie de este James Joyce, y yo no digo nunca a nadie que se quite para dejarme hacer una foto. Lo mismo pasa con el Calderón de la Plaza de Santa Ana. David, mi guía del Ulises por las calles de Dublín, me dijo que había otra estatua mejor que esta, aunque menos conocida porque está en el patio interior de un elegate hotel, el Merrion. La pongo a continuación. Además, Joyce reposa sobre una plataforma con los capítulos de la novela en gajos. Gracias David. Fue un paseo fantástico, inolvidable.

miércoles, 3 de mayo de 2017

ÁLBUM DE DUBLÍN, MAYO 2017 (I)



Con el gran P.J. en el Pub Kennedy
En el recinto de The Castle
Cruzamos el río hacia la zona sur por el Puente del Milenio, mirando el río tierra adentro
Bram Stoker leyó la Odisea y el descenso al Hades. Los espectros recobran su cuerpo y su habla tras beber la sangre. Siendo niño enfermo, a Abraham le contaban las mujeres que lo cuidaban historias de fantasmas y aparecidos.
Plaza con paraguas gigantes canalizados, en la zona norte, muy cerca del Liffey
La Cena con la mano exenta, a la izquierda
The Church
Un detalle del techo de The Church
En el Campus del Trinity College, donde estudiaron Bram Stoker y Oscar Wilde
The Church, es un restaurante ubicado, como se ve, en una antigua iglesia anglicana
Mi desayuno en el Trinity City lo hacía junto a la vidriera del patio abierto, al lado de esta planta
Este vistoso balcón está en Dame Court, la callejuela del Stag Head's Pub, casi enfrente de la entrada que tiene bonito local por este lado.
Jack, actor excelente, leyendo The Dead, prodigioso relato de James Joyce con un final insuperable: la descripción de la nieve cayendo en Dublín y en toda Irlanda como los dardos homéricos de la Ilíada.
P.J. y Brigitte en Sweny, la farmacia donde Leopold Bloom compró el jabón limonero para Molly, su Penélope al revés.
CERCA DE MI HOTEL ESTÁ LA SEDE DEL IRISH TIMES