jueves, 13 de septiembre de 2018

DE TRAPOS PARA LA CASA POR LA CALLE DE ATOCHA

Hoy me he ido de trapos, pero no para vestirme yo, sino mi apartamento. Me encanta ir a Ribes y Casals, un comercio de los años treinta, la época de Ortega y Ramón, en Atocha con Vélez de Guevara. (By the way, los que han estudiado en Oxford dicen “años treintas”. Se lo he oído a dos conocidos profes, historiadores, cuyos nombres no diré) En Ribes tienen unas telas muy, pero que muy bonitas. En el piso de arriba, a la derecha, encontramos una mercería de postín, del estilo de las de Pontejos, que son un auténtico vicio. (Por cierto, en portugués, mercería se dice retrosaria).Hay departamento de tapicería, confección de cortinas, cojines y manteles.
En la fachada de esta finca señorial, la de Atocha, con ladrillo visto y trabajo de forja muy vistoso, una placa singular recuerda a Jacinto Benavente, quien vivió  y murió en esta casa, muy cerca de la de la calle del León , en Las Letras, donde nació. 
Más abajo, porque el narrador dice que la trasera daba a Santa Isabel,
hacia la Glorieta, en la misma mano, vivía Andrés Hurtado, el héroe barojiano de El árbol de la ciencia.