¿Quién sino él iba a describir tan bellamente lo que me ocurre todas las mañanas al pasar por la boca de metro de la glorieta de Atocha camino de la biblio?
"La ira, según se dice, es una revolución de la sangre que está cerca del corazón, la cual se altera en el pecho con la vista del objeto que agravia, y tal vez con la memoria; tiene por último fin y paradero suyo la venganza, que, como la tome el agraviado, sin razón o con ella, sosiega".
Miguel de Cervantes Saavedra
No hay comentarios:
Publicar un comentario