Las cañas de Midas
Abrí este bloc para susurrar bajo tierra todo aquello que me sea atractivo, sugerente, inquietante, paradójico, ambiguo; así palabras, pensamientos, libros, lugares, rincones, versos, poemas, fragmentos, obras de arte, mitos, cuentos, sucesos,con la esperanza de que las cañaveras que crezcan junto al escondite se tornen flautas.
jueves, 6 de marzo de 2025
miércoles, 26 de febrero de 2025
domingo, 2 de febrero de 2025
Domingo de mañana por el Botánico después de contemplar el Resucitado de Clovio en el Prado. La corteza del tilo es cariciosa; de ella se extrae fibra para cordelería, porque es suave y fuerte aunque su apariencia sea abrupta y nudosa. Hay que tactar el árbol para descubrir su textura delicada y gustosa. Por eso nos da la tila sosegante y benefactora, que calma y apacigua el ánimo. Tal vez por ello sea un árbol que goza de larga vida, que es centenario con frecuencia. De tanta virtud le vino ser considerado un árbol sagrado por los germanos y otros pueblos nórdicos. “Bajo los tilos” Unter den Linden es el nombre de una bella avenida berlinesa, antaño en el Berlín Oriental.
sábado, 1 de febrero de 2025
El País, 1-II-2025, por Íñigo Domínguez (extracto) Levi precisa en otra carta, a alguien que se admira de que no odie a los alemanes, que solo comprende el odio “ad personam”, no a un colectivo. A Reidt le había escrito en 1960: “No he sentido nunca odio hacia el pueblo alemán, y si lo hubiera sentido ahora me habría curado, después de haberle conocido a usted. No comprendo, no soporto que se juzgue a un hombre no por lo que es, sino por el grupo al que le toca pertenecer”.
viernes, 10 de enero de 2025
martes, 10 de diciembre de 2024
jueves, 31 de octubre de 2024
DRUMMOND DE ANDRADE, POETA BRASILEIRO DEL SIGLO XX
José
E agora, José?
A festa acabou,
a luz apagou,
o povo sumiu,
a noite esfriou,
e agora, José?
e agora, você?
você que é sem nome,
que zomba dos outros,
você que faz versos,
que ama, protesta?
e agora, José?
Está sem mulher,
está sem discurso,
está sem carinho,
já não pode beber,
já não pode fumar,
cuspir já não pode,
a noite esfriou,
o dia não veio,
o bonde não veio,
o riso não veio,
não veio a utopia
e tudo acabou
e tudo fugiu
e tudo mofou,
e agora, José?
E agora, José?
Sua doce palavra,
seu instante de febre,
sua gula e jejum,
sua biblioteca,
sua lavra de ouro,
seu terno de vidro,
sua incoerência,
seu ódio — e agora?
Com a chave na mão
quer abrir a porta,
não existe porta;
quer morrer no mar,
mas o mar secou;
quer ir para Minas,
Minas não há mais.
José, e agora?
Se você gritasse,
se você gemesse,
se você tocasse
a valsa vienense,
se você dormisse,
se você cansasse,
se você morresse...
Mas você não morre,
você é duro, José!
Sozinho no escuro
qual bicho-do-mato,
sem teogonia,
sem parede nua
para se encostar,
sem cavalo preto
que fuja a galope,
você marcha, José!
José, para onde?
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