Desde hace mucho, tanto como mi memoria alcanza, me incitan las trabas
y las prohibiciones. Quiero escribir en mi blog, mostrar cada día un
árbol del amor, porque son del amor, y pronto volverán a despojarse.
Pero no puedo. Cuando intento plantificar una foto me da error no sé
cuántos. Y clamo en el vacíó digital, y la voz invisible me hace una
mamola. Este cuadernillo hay que ilustrarlo. Tengo una amiga que lo
lee, lo leía. Así, castigada con esta iconoclastia, no escribo apenas.
Me gustaría arreglarlo, no hacerme un blog nuevo. Este tiene un nombre
precioso, que yo tomé del Persiles dándole la vuelta, y a Schopenhauer
se lo inspiró también Cervantes, quiero pensar.
Pues sigues siendo como eres, escribe en tu blog de bonito nombre y no te desanimes. Te visito de vez en cuando.
ResponderEliminarUn beso
Anne